Inauguro en el blog esta nueva sección para explicar algunos detalles de películas o series que algunas veces pasan por alto.
Considero que a través de la pantalla se abre la puerta para hablar de ciertos temas que, de otro modo, no se hablarían o pasarían desapercibidos. Incluso despiertan en el espectador la necesidad de averiguar e indagar algunos aspectos de su contenido, debiendo recurrir a las redes o a los libros para tener más información al respecto.
Sin embargo, cabe destacar que, muchas veces, la trama de las películas se tornan mezcladas, fuera de contexto o irreales ante la necesidad de vender y asustar al público, generando luego nerviosismo, pánico o miedo ante un evento de la vida real. Y en este aspecto, los fenómenos meteorológicos son el blanco perfecto para causar todo tipo de emociones.
Por estos motivos... ¡Bienvenidos!
Pasen y vean, que comienza la función.
Hoy presentamos: “El Día de la marmota”
“Atrapado en el tiempo”, “Día de la marmota” o “Groundhog day” es una película protagonizada por Bill Murray, del año 1993. En dicho film, Murray interpreta a Phill Connors, un arrogante meteorólogo de televisión, que debe cubrir el evento del “Día de la marmota” en la localidad de Punxsutawney, Pennsylvania, Estados Unidos. Según cuenta la leyenda, en esta fiesta se estudia el comportamiento de la marmota- mascota de la ciudad, también llamada Phill, para predecir la llegada de la primavera. Si el animal sale de su guarida con tiempo soleado y ve su sombra, el invierno durará seis semanas más. Por el contrario, si no ve su sombra, la primavera llegará más temprano de lo previsto.
En la película el meteorólogo Phill queda atrapado en el tiempo por alguna razón desconocida, repitiendo el mismo día, 2 febrero, una y otra vez.
Pero ¿de dónde proviene la celebración central de la película?
Al igual que con los pysanky, la historia del día de la marmota está asociada a aquellos tiempos en donde los hombres convivían en balance con los elementos de la naturaleza. Se marcaban los solsticios y equinoccios como una forma de medir el año, así como también se marcaban los puntos medios entre estos dos eventos astronómicos.
Así es que entre el 1 y 2 de febrero se produce el punto medio entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera en el hemisferio norte (solsticio de verano y equinoccio de otoño en el hemisferio sur). Esta celebración se conoce con el nombre de Imbolc, término proveniente del irlandés antiguo (Imbolg) que significa “en el vientre”.
Para los celtas, Imbolc es el festival del fuego. En este día se adora a la Diosa Brigid, deidad del fuego, la curación y la fertilidad. Se celebra su renacimiento, luego del sacrificio realizado en Yule (Equinoccio de invierno) para dar a luz al Dios Sol. Por tal razón, en muchos pueblos y aldeas se construían hogueras ceremoniales.
Con la llegada del cristianismo, la festividad fue reformada, llamándola “fiesta de la Candelaria” (Candlemas). Las hogueras fueron reemplazadas por velas. Y el sacrificio en Yule para dar luz al Dios Sol fue reinterpretado como la purificación de la Virgen María, 40 días después de la celebración de Navidad. A su vez, se cambió el nombre de la Diosa Brigid por Santa Brigida de Kildare.
¿Cómo se relaciona la meteorología con esta fecha?
Hay que recordar que esta fecha marca un evento astronómico. Y como toda danza que se produce entre el sol, la tierra, la luna y los planetas, se generan cambios necesarios sobre el clima en nuestro planeta.
De hecho, el 2 de febrero marca la mitad del invierno, día importante para realizar un balance y determinar si queda suficiente leña y comida hasta la llegada de los días más cálidos. Del mismo modo, es una fecha más acorde para poder estimar el inicio de la siembra, sin correr el riesgo de que se eche a perder por una nueva y última llegada de aire frío.
Según cuenta la leyenda, en este día la diosa gaélica Cailleach recolecta leña para su hogar. Si el día es soleado y brillante, significa que ella ha salido en busca de combustible y eso implica una extensión de los días fríos. Sin embargo, si el día se encuentra en malas condiciones, quiere decir que Cailleach está dormida y que los primeros indicios de la primavera están por mostrarse.
Tal es así que se pueden encontrar múltiples versos asociando esta festividad con las condiciones meteorológicas reinantes y futuras.
Uno de esos versos dice:
“If Candlemas be fair and bright,
Come, Winter, have another flight;
If Candlemas brings clouds and rain,
Go Winter, and come not again.”
“Si la Candelaria es hermosa y brillante,
Ven, invierno, toma otro vuelo;
Si la Candelaria trae nubes y lluvia,
Vete invierno y no vuelvas más.
Algo así como, si el 2 de febrero esta nublado y sin rastros del sol por el firmamento, se puede asegurar que la primavera está próxima a realizar su ingreso. Pero si el día se encuentra soleado, las próximas seis semanas serán aún frías y nubladas.
¿Y la marmota?
En múltiples pueblos de Europa se tomaba como presagio del comienzo de la primavera, el despertar de los animales que hasta ese momento se encontraban hibernando.
Por ejemplo, en Europa del Este, en el día de la candelaria se celebra el día del Oso. Aquí el pronóstico es contrario al que se mencionó anteriormente. Según la tradición, si hay buen tiempo en el día del oso, el animal se quedará afuera, lo que significa que pronto llegará la primavera. En caso contrario, el oso volverá a invernar.
En Francia, el animal de referencia es la marmota. En Inglaterra, el erizo. Y en Alemania, el tejón. Justamente, en Alemania el 2 de febrero se sigue celebrando el día del tejón (Badger Day o dachstag). En estos países, la teoría es contraria a la del Oso. El dicho asociado dice “El Tejón se asoma por su agujero el Día de la Candelaria y cuando encuentra nieve sale a pasear; pero si ve brillar el sol, se retira a su agujero.”
Los inmigrantes alemanes llevaron sus costumbres europeas al continente americano. Pero se encontraron con que no había tejones en el este de Estados Unidos. Sin embargo, otro animal autóctono, la marmota canadiense, hibernaba y cumplía con los requisitos de la vieja costumbre. Así es que, la marmota pasó a ser el animal más famoso de referencia para el pronóstico en esta fecha: si ve su sombra, habría un “Segundo Invierno” o seis semanas más de mal tiempo.
Ya sea con marmota, oso o tejón, con sombra o sin sombra, equinoccio o solsticio... tanto la película como este día nos recuerda la fuente de todo: volver a observar a la naturaleza.
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