Un manto de Cirrus en el cielo.
- Paula
- 17 sept 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 10 feb
Justo en este momento, donde me siento para acomodar mis ideas y escribir, levanto la cabeza en este día soleado y veo que sobre el horizonte empiezan a asomarse los protagonistas de esta nota: los cirrus.
Según el Atlas Internacional de Nubes los cirrus son nubes desprendidas en forma de filamentos delicados y blancos compuestos casi exclusivamente por cristales de hielo, que se encuentran entre los 5000 a 15000 mts. de altitud.
Los cirrus más densos pueden contener partículas de hielo lo suficientemente grandes como para caer y generar caminos o cortinas de hielo. Esos caminos suelen curvarse o inclinarse como resultado de la diferencia de velocidad del viento en los distintos niveles a medida que las partículas van descendiendo, para finalmente evaporarse. Algunas de estas nubes pueden tener forma de coma o gancho en la parte superior, y son bautizadas con el nombre de “uncinus” que en latín significa “hebras de cabellos rizadas”.
Su presencia nos da una idea de lo que puede estar ocurriendo en el cielo.
Como por ejemplo, esa forma de coma es un indicador de los vientos intensos a gran altura, llegando a ser mayores de 200km/h.
Si por el contrario, el cielo comienza a ser invadido con estas nubes, acompañadas con más nubes en otros niveles de una tonalidad más grisáceas, es factible que el tiempo empeore en las próximas horas. En otras ocasiones, estas nubes suelen desprenderse de lo que se conoce como el “yunque” de las nubes de tormenta, la parte superior de los Cumulus nimbus.
Pero a su vez, la presencia de cirrus nos indica que Frigga se encuentra muy ocupada hilando en su rueca. Frigga o Frigg es la diosa nórdica del matrimonio, diosa de la sabiduría secreta, esposa de Odín y reina de Asgard.
Es la reina de los Aesir (uno de los dos panteones de dioses en la mitología Nórdica) y es la diosa del cielo. Es la diosa de la humedad atmosférica, ya sea en las nubes o de las brumas que se elevan de las aguas, por lo que es representada con vestimenta blanca u oscura, de acuerdo a su humor un tanto variable. Sus lugares sagrados son los humedales, pantanos, estanques, y otros espejos de agua.
Desde su salón, Fensalir, ubicado en los pantanos de Asgard, disfruta hilar hilos dorados o tejer extensas telas de nubes. Para ello usa una maravillosa rueca enjoyada que brilla de forma intensa en el cielo, como una constelación. Justamente, es conocida en el Hemisferio Norte como “rueca de Frigga” (“Frigg’s Spinning Wheel”), bautizada en otros sitios como el “Cinturón de Orion”.
Para Gavin Pretor –Pinney, autor del libro “Guía del Observador de nubes”, Frigga se sienta con su rueca tachonada de joyas a “hilar largas telarañas de nubes”. Como si estuvieran tejidas con la mejor seda celestial, tendrían una etiqueta adjunta donde se podría leer “hecho en Fensalir”.
Para mi ver los cirrus es apreciar el caos organizado que debe de haber a esas alturas, para que ante la existencia de humedad, se pase a gran velocidad del vapor de agua al hielo y viceversa, mientras se forma otro mechón de cirrus a su lado, dejando caer otra parte de la carga, creando estos paisajes en el cielo... como trazos realizados por el pincel de un artista que va componiendo y transformando su cuadro, su obra maestra… quizás una obra llamada “cielo”, con un marco llamado “tierra”, en esta galería de arte llamada “cosmos”.
Miro nuevamente por la ventana y veo que los cirrus van desapareciendo. Frigga ha terminado de trabajar y creo que tendré una jornada estupenda. ¡A disfrutarla!
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