top of page
Buscar

La nube pochoclera

Paula

Actualizado: 6 dic 2024

Hoy presentamos: Rescatando al Soldado Ryan

El pronóstico más importante de la historia


“Rescatando al Soldado Ryan” o “Saving Private Ryan” es una película que se estrenó en 1998 y está ambientada en la invasión de Normandía durante la Segunda Guerra Mundial.

La historia cuenta como el capitán John H. Miller (Tom Hanks) del ejército de los Estados Unidos y sus siete hombres a cargo, van en busca de un paracaidista, el soldado James Francis Ryan (Matt Damon), quien ha perdido a sus tres hermanos en combate.


¿Pero que tiene que ver el filme con la meteorología?


Pues bastante. En sus 27 primeros minutos, el filme describe el desembarco y asalto de los Aliados de la «playa de Omaha» el 6 de junio de 1944, el famoso “Día D”. El resultado de esta operación de combate cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial. Ha sido una de las mayores operaciones militares de la historia que implicó fuerzas navales, aéreas y terrestres, y marcó el inicio de la campaña de los Aliados en la Europa noroccidental para finalizar la ocupación nazi.

Tomó más de un año planificar la operación de esta invasión. Participaron hasta 7.000 embarcaciones de todo tipo de calado, que llevaron un total de 156.000 hombres y 10.000 vehículos a cinco playas situadas en un tramo de la costa de Normandía.

Este día es recordado también por haberse realizado “el pronóstico meteorológico más importante de la historia”.



¿Qué condiciones meteorológica necesitaban?


Para decidir el día a realizar tal movimiento de tropas, la lista de condiciones meteorológicas básicas que los Comandantes Aliados requerían eran:


-Tener tiempo bueno 48hs antes del Día D para permitir que los convoyes de asalto zarpen desde sus puertos base y que los tres días subsiguientes tengan buen tiempo y viento con intensidad menor o igual a 4 en la escala Beaufort (es decir entre 11 a 16 nudos, entre 20 a 29km/h).


- Cobertura de nubes menor o igual al 30% por debajo de los 2400mts (8000 pies) de altura, y que la base de esta nubosidad no sea inferior a los 2500 pies. Esto era requerido para permitir que las aeronaves que transportaban a los paracaidistas y planeadores se desplieguen y tengan una visibilidad de más de tres millas (5 km).


- Marea baja al amanecer del propio Día D.


- Debía ser entre un día antes y cuatro días después de la luna llena.


Reunir todas estas condiciones no era nada simple.

Además, se requería realizar la operación durante el verano europeo, para coincidir con la ofensiva del sector soviético y así realizar la máxima presión sobre el ejército Alemán.

Si bien hay muchas películas relacionadas a este día en particular, en los primeros minutos de “Rescatando al Soldado Ryan” se puede percibir lo más parecido posible a lo que fueron las condiciones reinantes el día del desembarco: cielo nublado, lloviznas, visibilidad de ratos reducida y mucho movimiento en el mar.




Entonces ¿Por qué se realizó igual el desembarco ese día?


El desembarco estaba planeado inicialmente para Mayo, pero diversas dificultades lo demoraron para Junio. En ese mes, las condiciones de marea eran favorables sólo los días 5, 6 y 7 pero no así las condiciones de la luna, apta sólo dos semanas después.

Actividades en el Observatorio de Kew, Richmond, Londres. Fuente: https://www.iwm.org.uk

Como complicación, luego de un mes de Mayo relativamente estable, el tiempo cambió a principios de Junio, lo que trajo condiciones con vientos del oeste inestables y patrones complejos de áreas de baja presión y muchas situaciones frontales.

El general Eisenhower, Comandante Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada, necesitaba un pronóstico meteorológico de cinco días, bastante difícil de proporcionar con certeza hoy en día y casi imposible en 1944, cuando los pronósticos más allá de 24 horas se consideraban poco prácticos, excepto en condiciones muy estables.

Unidad meteorológica de campo tomando mediciones de temperatura y confeccionando el mapa sinóptico. Fuente: https://www.iwm.org.uk

Para producir el pronóstico del Día D participaron tres equipos de meteorólogos a la par: los meteorólogos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, el personal de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, a cargo de Sverre Petterssen y CKM Douglas, y los meteorólogos del Almirantazgo en Londres. Estos tres equipos tenían conferencias telefónicas periódicas utilizando un circuito telefónico codificado. Estas conferencias estaban a cargo del Dr. James Stagg, miembro de la Oficina Meteorológica del Reino Unido. Si bien Stagg no tenía mucha experiencia como meteorólogo, su fortaleza estaba en la capacidad de administrar y organizar la información meteorológica que difería notablemente entre los meteorólogos británicos y estadounidenses.


En un primer momento, Eisenhower fijó la fecha de la invasión para el 5 de junio, advirtiendo de que estaría sujeto a revisión de última hora en caso de tiempo desfavorable. Inicialmente, el equipo estadounidense apoyó firmemente un pronóstico favorable para el día 5, pero Petterssen y Douglas no estuvieron de acuerdo y el equipo del Almirantazgo se inclinó a estar de acuerdo con Petterssen y Douglas. Al parecer, el desacuerdo entre ambos equipos era notable. Después de la sesión informativa del 3 de junio sobre las malas condiciones esperadas en la costa del canal francés, Eisenhower tomó la decisión de posponer provisionalmente la invasión día a día, una decisión que se confirmó en la próxima reunión del 4 de junio.

En este momento no hubo acuerdo sobre si las condiciones para el día 6 serían mejores.

Un tripulante de tierra entrega un psicrómetro al piloto meteorológico, antes de partir en un vuelo de reconocimiento denominado THUM (temperatura y humedad) a gran altitud. Fuente: https://www.iwm.org.uk

Durante el día 4, con información meteorológica renovada, comenzó a surgir la posibilidad de que podría generarse un período temporal de buen tiempo a partir de la noche del 5 y, esta vez, los equipos acordaron que se generaría una alta presión de corta duración desde el suroeste con vientos y condiciones nubosas aceptables. Si el pronóstico era correcto, la “ventana de buen tiempo” se produciría en la mañana del 6 de junio.

Hasta el día de hoy, existe un debate sobre quién tuvo exactamente el pronóstico correcto para el Día D. A última hora del 4 de junio, Stagg pudo informar a Eisenhower que, a pesar de la lluvia torrencial y las ráfagas de viento que reinaban en ese momento en el exterior, se pronosticaba buen tiempo en la mañana del 6 que podría durar hasta la tarde de ese día.

En las primeras horas del día 5, confiando completamente en el informe meteorológico de Stagg, Eisenhower tomó la decisión final: la invasión continuaría el día 6. Menos de tres horas después el primer convoy partió de los puertos con destino a las playas.



¿Y qué sucedía del lado Alemán?


El ejército Alemán estaba al tanto de los planes Aliados de invadir la costa Francesa, y que dependían de las condiciones de la luna y su efecto en la marea. Pero, al igual que ellos, no sabían la fecha exacta de la operación. El centro meteorológico de la Flota Aérea Alemana ubicado en París predecía dos semanas de tiempo tormentoso. Ante las malas condiciones previstas por su equipo para el día 6, los comandantes del ejército alemán habían decidido no activar su sistema de alerta, que había sido diseñado justamente para avisar a las tropas que defendían el Atlántico ante una inminente invasión. Es más: debido a este pronóstico meteorológico, los alemanes esperaban la invasión entre el 18 y el 20 de Junio, por la correcta combinación de mareas.

Incluso después de que comenzaron las operaciones de los aliados en Normandía y las tropas defensoras alertaron a sus oficiales al mando, sus advertencias fueron ignoradas. El alto mando Alemán estaba convencido de que cualquier cosa que ocurriera en las playas debía ser una táctica de distracción, que el mal tiempo las aplacaría y que la invasión real ocurriría en otra área.


¿Cuáles fueron las condiciones finales el 6 de Junio de 1944?


En la madrugada del 6 de junio, el viento y el tiempo en general permitieron algunas operaciones aéreas nocturnas, pero la cubierta de nubes obstaculizó gravemente las operaciones de bombardeo.


El viento era de una intensidad mayor a la prevista y provocó que muchos paracaidistas no alcanzaran sus zonas de lanzamiento y fueran arrastrados hacia el este hacia un terreno inundado. Sobre las playas, las tripulaciones encargadas de bombardear visualmente las defensas costeras minutos antes de que lleguen por mar las primeras tropas estadounidenses, estaban muy preocupadas por el riesgo de atacar a sus propias tropas porque no podían ver sus objetivos. Como consecuencia no solo demoraron la liberación de las bombas, sino que también decidieron bombardear a campo abierto.

6 de junio de 1944. Parte de un convoy de la invasión, partiendo de Inglaterra hacia Francia. Fuente: https://www.iwm.org.uk

Los fuertes vientos en tierra también crearon condiciones desafiantes para el asalto inicial en casi todas las playas.

Las condiciones mejoraron durante el día y el observador de la estación alemana del aeródromo de Caen, al sur de las costas del desembarco, informó que en esa tarde estaba principalmente soleado con viento del noroeste de fuerza 4 en la escala Beaufort, pequeñas cantidades de cúmulos quebrados por encima de los 4000 pies, buena visibilidad y una temperatura de 15 °C.



¿Por qué la discrepancia entre el pronóstico de los Aliados y de los alemanes era tan grande?


Si se quiere hacer un pronóstico meteorológico, se necesita realizar un buen diagnóstico.

Y para ello se necesitan datos, es decir, observaciones.

Gracias a Alan Turing, los aliados habían descifrado el código Enigma, código encriptado que usaban los Nazis para el envío de información. Esto permitió a los tres grupos de meteorólogos del Día D no solo acceder a su propia información, de los observadores y de los vuelos de reconocimiento aliados, sino también a todas las observaciones meteorológicas alemanas.



En los archivos se pueden ver que los mapas meteorológicos de los aliados contienen una gran cantidad de observaciones de todo el Reino Unido y Europa y también algunas observaciones del Atlántico, el área desde donde vendría el centro de baja presión que afectaría al Día D. Por el contrario, los mapas de los alemanes revelan que no habían podido descifrar los códigos de los aliados y, como resultado, prácticamente no hay observaciones para el Reino Unido y las aguas circundantes.


Tener acceso a estos datos adicionales proporcionó a los pronosticadores aliados información suficiente para poder trazar la ubicación, el movimiento del frente frío y de la baja presión que obligó a trasladar la operación del día 5 al 6. A su vez, pudieron observar la generación de la alta presión que les permitió predecir mejores condiciones para el 6 con mucha mayor precisión que sus contrapartes alemanas. Como resultado, Stagg pudo advertir que las condiciones el 6 de junio serían marginales pero suficientes para lanzar la invasión y, al hacerlo, los meteorólogos del Día D hicieron quizás el pronóstico más importante de la historia.

 

En el Día D, las tropas aliadas sufrieron más de 10.000 bajas. Los defensores alemanes perdieron entre 4.000 y 9.000 hombres.

En memoria de todas aquellas almas que desencarnaron en esta contienda.


 

Si te gusta el contenido de mi blog, puedes convidarme un matecito:

 

Si estas en el exterior, puedes compartirme un café:

 

 o bien puedes compartir este artículo con todos aquellos que consideres que tienen la cabeza ... en la nubes.

111 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Electro-fungus

Comments


© 2024 by The Alpenglow

  • Youtube
  • Facebook
  • Telegram
  • gmail_edited
  • Icono social LinkedIn
  • The.Alpenglow
bottom of page